Sesión C 11
Habilidades Psicomotoras en los Niños de la Escuela Básica.
La psicomotricidad es una disciplina que se basa en una concepción integral del sujeto, ella se encarga de la interacción que se establece entre el cuerpo, el conocimiento, la emoción, el movimiento y de la importancia que tiene para el desarrollo del ser humano, así como también de la capacidad que se tiene para poder expresarse y relacionarse con su entorno.
El término "Psicomotricidad" permite que se integren todas las interacciones tanto emocionales, como cognitivas, simbólicas y sensorio motrices con la capacidad del ser humano y de expresarse en un contexto psicosocial, la misma desempeña un rol muy importante en el desarrollo adecuado de la personalidad.
Ventajas, beneficios.
Se espera que el niño sienta placer cuando realiza las actividades que desarrolla durante el juego libre. Para lograrlo se debe tener un espacio adecuado especialmente para este fin (un aula acondicionada para actividades de psicomotricidad); en la que el niño puede experimentar, valerse por sí mismo, conocerse, sentirse, etc.
Se deben establecer algunas normas de seguridad que favorecerán a su desarrollo cognitivo y motriz bajo un ambiente seguro para él y sus compañeros. Con la realización de actividades de psicomotricidad se pretende que el niño tenga más autonomía en sus acciones de relación con el entorno.
Tipos.
• Practica Psicomotriz Educativa (preventiva)
Los niños a través de sus actividades corporales: tales como jugar, saltar, manipular objetos, etc. les permite ubicarse en el mundo que los rodea, también les ayuda adquirir los conocimientos necesarios para un mejor desarrollo tanto en su vida, como en el centro de enseñanza.
Con la utilización de los diversos juegos ellos pueden trabajar conceptos relativos a la ubicación espacial: espacio (arriba/abajo, delante/detrás, derecha/izquierda,…), al tiempo (rapidez, ritmo, duración,…), destrezas motrices necesarias para el equilibrio, la vista, la relación entre otros niños, etc. Estas actividades mejoran en gran medida la capacitación para la escritura, la lectura y las matemáticas.
• Práctica de Ayuda Psicomotriz (terapéutica)
Este tipo de práctica se realiza tanto en instituciones privadas o como en las públicas, y pueden ser grupales o individuales pero en ambos casos se debe tener en cuenta las características de los niños o de las personas adultas con problemas o patologías. Se debe tratar de ayudarlos a comunicarse a los que presenten dificultades para relacionarse con los demás y con el mundo que les rodea.
• Psicomotricidad acuática
Este tipo de estimulación es útil cuando los niños necesita vivenciar sus capacidades de movimiento. La utilización del agua les permite elaborar sensaciones y percepciones sobre su peso, el volumen, la distancia, los esquemas y la imagen corporal, también sobre sus necesidades, deseos y posibilidades de acción, logrando incorporar sensaciones de apoyo, envoltura y equilibrio.
Historia.
A comienzo del siglo XX el neurólogo francés Ernest Dupré expuso la relación existente entre las anomalías neurológicas y psíquicas con las motrices. Fue el primero en utilizar la palabra Psicomotricidad y en establecer la relación entre los trastornos del desarrollo psicomotor como la debilidad motriz. Posteriormente Henri Wallon (psicólogo), estableció la conexión entre la Psicomotricidad con lo psíquico y lo motriz. Él explicó la importancia que tiene el movimiento para el desarrollo del psiquismo infantil y por tanto para la construcción de su esquema e imagen corporal. Según Wallon el psiquismo y la motricidad representan la expresión de las relaciones del sujeto con el entorno.
Ambiente adecuado para trabajar la Psicomotricidad.
La habitación debe estar acondicionada con un mobiliario mínimo que serían: un espejo amplio y estantes para tener el material organizado, bancos suizos, una plataforma a modo de escalera para que puedan subir los niños a una altura predeterminada, colchonetas de distintas medidas, grosores y formas, bloques de goma-espuma, toboganes, plataforma de salto, etc.
Se espera que con la disposición espacial de este material se promuevan los saltos, los desequilibrios/equilibrios, los deslizamientos, las carreras,...
En el lugar destinado para la relación espacial se deben tener: bloques de goma-espuma, telas, cuerdas, muñecos, aros, palos, pañuelos, pelotas, etc.
En el espacio representacional se debe tener el siguiente material: pinturas, hojas de papel, plastilina, lápices de colores, rotuladores, pizarra y tizas, bloques de madera, y demás material con el que puedan dedicarse a dibujar, construir y modelar.
Espacios y tiempos.
La sesión se divide en dos espacios y tres tiempos con materiales distintos. En el espacio para la expresividad motriz los niños pueden sentir el placer del movimiento a través de actividades espontáneas con la utilización de su cuerpo, el espacio y los materiales. Esta fase es imprescindible para la formación de una buena imagen corporal. El otro espacio es el de la expresividad plástica y el lenguaje. Aquí se para el cuerpo y sus acciones por las representaciones en forma de dibujos, construcciones, etc. Esto se complementa con la organización temporal de la sesión. Hay tres tiempos centrales a las que se añaden el ritual de entrada y el de salida. El primer tiempo es el dedicado a la expresividad motriz y en él se da rienda suelta al cuerpo y a la imaginación infantil. El segundo tiempo es el del cuento, con la intención de movilizar imágenes con el cuerpo parado. Esto los ayuda a la descentración. El tercer tiempo es el de la expresividad plástica, el dibujar, construir o trabajar con plastilina.
Habilidades Psicomotoras en los Niños de la Escuela Básica.
La psicomotricidad es una disciplina que se basa en una concepción integral del sujeto, ella se encarga de la interacción que se establece entre el cuerpo, el conocimiento, la emoción, el movimiento y de la importancia que tiene para el desarrollo del ser humano, así como también de la capacidad que se tiene para poder expresarse y relacionarse con su entorno.
El término "Psicomotricidad" permite que se integren todas las interacciones tanto emocionales, como cognitivas, simbólicas y sensorio motrices con la capacidad del ser humano y de expresarse en un contexto psicosocial, la misma desempeña un rol muy importante en el desarrollo adecuado de la personalidad.
Ventajas, beneficios.
Se espera que el niño sienta placer cuando realiza las actividades que desarrolla durante el juego libre. Para lograrlo se debe tener un espacio adecuado especialmente para este fin (un aula acondicionada para actividades de psicomotricidad); en la que el niño puede experimentar, valerse por sí mismo, conocerse, sentirse, etc.
Se deben establecer algunas normas de seguridad que favorecerán a su desarrollo cognitivo y motriz bajo un ambiente seguro para él y sus compañeros. Con la realización de actividades de psicomotricidad se pretende que el niño tenga más autonomía en sus acciones de relación con el entorno.
Tipos.
• Practica Psicomotriz Educativa (preventiva)
Los niños a través de sus actividades corporales: tales como jugar, saltar, manipular objetos, etc. les permite ubicarse en el mundo que los rodea, también les ayuda adquirir los conocimientos necesarios para un mejor desarrollo tanto en su vida, como en el centro de enseñanza.
Con la utilización de los diversos juegos ellos pueden trabajar conceptos relativos a la ubicación espacial: espacio (arriba/abajo, delante/detrás, derecha/izquierda,…), al tiempo (rapidez, ritmo, duración,…), destrezas motrices necesarias para el equilibrio, la vista, la relación entre otros niños, etc. Estas actividades mejoran en gran medida la capacitación para la escritura, la lectura y las matemáticas.
• Práctica de Ayuda Psicomotriz (terapéutica)
Este tipo de práctica se realiza tanto en instituciones privadas o como en las públicas, y pueden ser grupales o individuales pero en ambos casos se debe tener en cuenta las características de los niños o de las personas adultas con problemas o patologías. Se debe tratar de ayudarlos a comunicarse a los que presenten dificultades para relacionarse con los demás y con el mundo que les rodea.
• Psicomotricidad acuática
Este tipo de estimulación es útil cuando los niños necesita vivenciar sus capacidades de movimiento. La utilización del agua les permite elaborar sensaciones y percepciones sobre su peso, el volumen, la distancia, los esquemas y la imagen corporal, también sobre sus necesidades, deseos y posibilidades de acción, logrando incorporar sensaciones de apoyo, envoltura y equilibrio.
Historia.
A comienzo del siglo XX el neurólogo francés Ernest Dupré expuso la relación existente entre las anomalías neurológicas y psíquicas con las motrices. Fue el primero en utilizar la palabra Psicomotricidad y en establecer la relación entre los trastornos del desarrollo psicomotor como la debilidad motriz. Posteriormente Henri Wallon (psicólogo), estableció la conexión entre la Psicomotricidad con lo psíquico y lo motriz. Él explicó la importancia que tiene el movimiento para el desarrollo del psiquismo infantil y por tanto para la construcción de su esquema e imagen corporal. Según Wallon el psiquismo y la motricidad representan la expresión de las relaciones del sujeto con el entorno.
Ambiente adecuado para trabajar la Psicomotricidad.
La habitación debe estar acondicionada con un mobiliario mínimo que serían: un espejo amplio y estantes para tener el material organizado, bancos suizos, una plataforma a modo de escalera para que puedan subir los niños a una altura predeterminada, colchonetas de distintas medidas, grosores y formas, bloques de goma-espuma, toboganes, plataforma de salto, etc.
Se espera que con la disposición espacial de este material se promuevan los saltos, los desequilibrios/equilibrios, los deslizamientos, las carreras,...
En el lugar destinado para la relación espacial se deben tener: bloques de goma-espuma, telas, cuerdas, muñecos, aros, palos, pañuelos, pelotas, etc.
En el espacio representacional se debe tener el siguiente material: pinturas, hojas de papel, plastilina, lápices de colores, rotuladores, pizarra y tizas, bloques de madera, y demás material con el que puedan dedicarse a dibujar, construir y modelar.
Espacios y tiempos.
La sesión se divide en dos espacios y tres tiempos con materiales distintos. En el espacio para la expresividad motriz los niños pueden sentir el placer del movimiento a través de actividades espontáneas con la utilización de su cuerpo, el espacio y los materiales. Esta fase es imprescindible para la formación de una buena imagen corporal. El otro espacio es el de la expresividad plástica y el lenguaje. Aquí se para el cuerpo y sus acciones por las representaciones en forma de dibujos, construcciones, etc. Esto se complementa con la organización temporal de la sesión. Hay tres tiempos centrales a las que se añaden el ritual de entrada y el de salida. El primer tiempo es el dedicado a la expresividad motriz y en él se da rienda suelta al cuerpo y a la imaginación infantil. El segundo tiempo es el del cuento, con la intención de movilizar imágenes con el cuerpo parado. Esto los ayuda a la descentración. El tercer tiempo es el de la expresividad plástica, el dibujar, construir o trabajar con plastilina.